Recordado como un espacio de aspecto señorial, elegante e incluso de los más concurridos por propios y turistas en la década de los 60, gracias a su cercanía a las playas, hoteles y restaurantes, característico por los árboles y palomares que adornan sus alrededores, la plaza Andrés Mata, mejor conocida como Plaza de las Palomas es un lugar emblemático de Macuto, que a pesar de haber recibido pocos cambios y remodelaciones en todos estos años, continúa careciendo de atención a sus principales atractivos, que son las aves.



El lugar que guarda más de mil historias de distintas personas, actualmente se encuentra descuidado; sin embargo, continúa siendo visitada, de hecho por su cercanía a la Fundación del Niño, es mayormente concurrida por los pequeños, quienes felices comparten de cerca con estas aves, que se mantienen en el sitio, a pesar de tener sus casitas en muy mal estado.

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“Aquí uno pasaba los carnavales, paseaba, jugaba, estaba en la rampa, se manejaba bicicleta, y las palomas vivían en casitas de cemento”, comentó Nuria Escobar, oriunda de Macuto, mientras que Tito José, recuerda como sus hijos corrían y jugaban en esta plazita cuando eran solo niños, especialmente en el famoso tren que partía desde allí hasta las 15 Letras, “se gozaba un pullero”, mencionó.


Se dice que para 1915 el poeta oriental, Andrés Mata trajo consigo desde Carúpano unas palomas, que decidió liberar en esta plaza, sin saber que meses más tarde se convertirían en el símbolo de este rinconcito de La Guaira, pues adoptaron el lugar muy bien, hasta convertirse en las protagonistas del sitio, que de hecho desde un principio lleva el nombre de este artista.

Años más tarde este lugar se convirtió en un atractivo bastante popular, tanto que cada tarde recibía una gran afluencia de personas, quienes pasaban las horas dándole de comer a las aves, mientras compartían historias y anécdotas con sus familiares, amigos y parejas, sentados en las bancas o en la grama.

Por: Bárbara Indriago

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