Una población de alrededor de 200 personas entre adultos, jóvenes y niños se encuentra en el camino hacia Naiguatá, su nombre es El Tigrillo, que por sus calles empinadas, solo cuentan con un pequeño espacio de recreación al que llaman “la plazita”, pues es de usos múltiples, porque allí también funciona una cancha de bolas.


Vecinos comentan haber realizado diferentes propuestas a los entes gubernamentales para la creación de una cancha deportiva en la comunidad, pero siguen esperando respuestas de quienes recibieron la solicitud desde hace muchos años.

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Anteriormente, era utilizada la cancha de la Escuela Bolivariana “Los Roques” la cual se encuentra en la entrada de la comunidad, pero de un tiempo hasta acá se les avisó a los jóvenes que no podían utilizar estas instalaciones.


“Hace falta una cancha para que los jóvenes y los niños se distraigan. En la parte alta tenemos un parque, pero es de tierra amarilla, los niños se llenan mucho de tierra” expresó Durkelys Andrade, habitante de la comunidad.


“Queremos tomar el terreno en el que hubo el derrumbe para construir la cancha ahí” comentó Luis Rodríguez, quien resaltó que este lugar es espacioso. “Se le haría un gran regalo a nuestros jóvenes y niños”.

Por: Maximiliano Rumbos

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