En La Guaira hay personajes que, a pesar de las adversidades, siguen reflejando ese esfuerzo cultural, para resaltar y no olvidar las raíces musicales, sembradas hace muchos años en las costas venezolanas, por esclavos africanos.


Ejemplo de esa herencia cultural, es Argenis Rafael Sojo Rivero, conocido popularmente como “Cuero Na’ Má”, un hombre que a pesar de ser profesional de la informática y experto en análisis y diseño de sistemas, escogió como estilo de vida, la fabricación de instrumentos musicales de madera.

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“Yo fui a aprender a tocar en el Complejo Cultural Cruz Felipe Iriarte, cuando eso funcionaba. En ese momento estaba el dramaturgo y director de teatro, Levy Rossell, quien sí sabía de cultura. Allí abrieron talleres y yo fui a tocar, pero una cosa me fue llevando a la otra, y sin saber hice un cuatro en una semana, y después hice un bongó”, contó en medio de carcajadas el artesano.

Son más de 30 años que tiene Argenis vinculado a la artesanía luthier, especializándose en instrumentos afrovenezolanos y afrocaribeños, e incluso forma parte de la Red de Constructores de Sonido de Venezuela, inscrito en la Red de Arte.


El luthier cuenta que lo más difícil de fabricar, son los instrumentos curvos como la tumbadora, donde debes arquear la madera; así como también un yembé y el tambor batá, “sin embargo, ya los hago relativamente rápido. Yo vengo del mundo de la computación, análisis y sistema, por lo que me he dedicado a simplificar los procesos”.


El arte es una herencia para sus hijos


Argenis, residente de la calle dos de Sorocaima, en la parroquia Maiquetía, ha logrado sembrar su arte en la forma de vida de sus hijos, quienes han venido acompañándolo y formándose junto a él, especializándose en distintas áreas de la fabricación de instrumentos.


“Mi hijo mayor sabe tanto como yo, y mi hijo menor se ha ido por la percusión menor que son las maracas, las guiras y las claves”, explicó.

Museo taller será una alternativa cultural

Como legado cultural al estado que lo vio nacer, Argenis cuenta que desea culminar su museo – taller de los tambores, el cual tiene años construyendo en plena avenida Soublette a la altura de Maiquetía. No lo ha finalizado por falta de apoyo de las autoridades, quienes en ocasiones han recurrido a él, solo por favores.


“Yo quiero reflejar allí todos los instrumentos musicales de percusión que tiene el país y gran parte de Latinoamérica, desde que Colón llegó a estas tierras, hasta el sol de hoy”.

Excluyen a los artesanos

Para el artesano, los verdaderos cultores están en el olvido y muchos de ellos están pasando necesidad, pues a su juicio, sólo tiene apoyo, los llamados “emprendedores” y excluyen a quienes verdaderamente resaltan al estado con su trabajo.


“Cuando mueren, allí si los recuerdan, pero solo por ese momento. Ah, ¿pero por qué no los buscan cuando están vivos y los ayudan? Por ejemplo, yo necesito una sierra para un profesional, no pido que me la regalen, yo la puedo pagar con la fabricación de instrumentos e incluso formando nuevos talentos”.


En la Guaira, tierra donde se resalta la cultura afrocaribeña, existen al menos tres personas dedicadas a la fabricación de instrumentos, entre ellos se encuentra Armando Pantoja de Todasana, parroquia Caruao; Argenis Sojo en Maiquetía y Denis Escobar de Tarma en Carayaca, este último, conocido por conservar técnicas muy rudimentarias y ancestrales para el trabajo.

Por: José Ángel Maicabares

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