A propósito de la Semana Mundial de la Enfermería, una fecha que destaca la invaluable labor que realizan estos profesionales de la salud, quienes dedican su vida al cuidado y bienestar de los demás. Compartimos el inspirador testimonio de Eduvigi Mamani, una enfermera con 26 años de experiencia, quien brinda un emotivo relato sobre su pasión por su profesión y el impacto que ha tenido en su vida y en la de sus pacientes.

Desde siempre, Eduvigi Mamani se sintió atraída por la enfermería. Su pasión se intensificó cuando su hijo fue diagnosticado con una discapacidad. Decidida a brindarle la mejor atención posible, emprendió el camino hacia la enfermería, una decisión que ha marcado su vida de manera profunda.

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Mamani es consciente del rol fundamental que desempeñan las enfermeras en el sistema de salud. “Los médicos diagnostican y recetan tratamientos; sin embargo, nosotros nos quedamos con el paciente cumpliéndole tratamiento, mañana, tarde y noche estamos todo el día con el paciente”.

“Además de garantizar el bienestar de los pacientes, brindándoles atención de calidad, apoyo emocional y contención. Nuestra labor no se limita a la administración de medicamentos y procedimientos, sino que también ofrecemos una escucha atenta y un acompañamiento invaluable en momentos difíciles”, destacó.

A lo largo de su carrera, Mamani ha vivido experiencias que han dejado una huella indeleble en su memoria. Una de las más significativas fue su trabajo en el área de psiquiatría, en Hospital de Anare. Allí, conectó con pacientes que enfrentaban diversos desafíos mentales y emocionales, desarrollando un profundo cariño hacia ellos y dedicándose a brindarles el apoyo y la atención que necesitaban para mejorar su salud mental.

“Para mí fue muy difícil cuando a raíz de la tragedia de Vargas del año 99, me tuvieron que trasladaron a otra institución, porque me había encariñado con cada uno de los pacientes y con el centro de salud, el hecho de que haya quedado devastado fue lamentable”.

Actualmente, Mamani ejerce su profesión en el Ambulatorio Especializado de La Guaira, por lo que alienta a las nuevas generaciones de enfermeras a seguir este camino noble y desafiante. Reconoce que la profesión requiere de mucha vocación, entrega y compromiso, pero también destaca la satisfacción inigualable de saber que se está haciendo una diferencia en la vida de las personas.

La historia de Eduvigi Mamani es un ejemplo conmovedor de la dedicación y el amor que las enfermeras ponen en su trabajo.

Por: Nainerys Mayora